Asistencialismo,religión…etc Parte I

Miguel Guevara

Mi estancia en Aquixtla y mi convivir todos los días con jóvenes que han tenido una mirada totalmente diferente a la mía a lo largo de sus vidas, me ha hecho reflexionar sobre muchas cosas. Además de eso, una visita hace dos semanas del patronato de la fundación empezó a cuestionar mi forma de ver la pobreza.

Cecilia O’Gormann (miembro del patronato) decía que: (no estoy citando, pero si interpretando) cuando uno regala un útil escolar, comida para que la gente no se muera de hambre, etc, en realidad no esta ayudando al projimo, se esta ayudando a si mismo. Al principio me pareció extremo, pero después me sonó perfectamente lógico. Los seres humanos poseemos un cierto grado de egoismo inmerso en un mundo plagado de diferencias. En este escenario, los que poseen la capacidad de ayudar, sienten una necesidad u obligación moral (que en muchos casos es social) de ayudar. Pero ¿Por qué ayudar asistencialmente? ¿Estamos cambiando la vida de alguien? ¿Estamos realmente ayudando a alguien o nos estamos ayudando a nosotros mismos? Y después de meditarlo, creo que esta última es la respuesta. Como nos dijo alguien: el mundo está plagado de buenas intenciones y le agregaría: que tienen un fuerte componente de egoismo. Todos queremos eliminar la injusticia en el mundo para no parecer tan egoistas. Amartya Sen lo pone de la siguiente forma:

“Debe ser patentemente irracional- o estúpido- intentar hacer algo por los demás excepto en la medida en la que hacer el bien a los demás mejore el bienestar propio”

Somos egoistas, a menos que nos convenga. Y la cultura de la ayuda al projimo está plagada de compasión: “Pobrecitos, no tuvieron las mismas oportunidades que yo, hay que mandarles una despensa”. Si esta lógica fuera positiva, muy seguramente el problema de la pobreza y la falta de oportunidades habría sido desterrada de la humanidad hace mucho tiempo. Pero la frialdad de los números es otra. Tenemos que examinar si la razón apoyada en la realidad provee una justificación para las políticas públicas actuales.

De acuerdo con Oscar Tenopala, un asesor de Leon XII, el asistencialismo solamente se justifica en una situación de amenaza a la vida humana: terremotos, huracanes, incendios, tsunamis, etc. En otras condiciones no. Es decir, regalar útiles escolares a inicio de cada año escolar no es justificable. Regalar dinero no es justificable, porque al final es tirarlo a la basura.

Me parece durísimo, pero muy cierto. ¿Por qué no generar ideas que le ayuden a esa familia a generar los ingresos para comprar los útiles escolares, para poder pagar la Universidad, para vivir por su cuenta? Alguien diría: es lo ideal, pero por mientras, cómo vas a dejar que se mueran de hambre. Mi pregunta es: ¿Cuánto tiempo después, y cuánto dinero después tenemos que llevar a cabo “lo ideal”?

Me preocupa además la subestimación de las capacidades humanas de la gente que no ha vivido como nosotros que esta implícita en los programas de ataque a la pobreza. ¿Por qué no generar proyectos productivos con la gente? ¿Porque no tiene qué comer? Entonces primero hay que “ayudarlos” y en un estado posterior, definido por quien sabe que criterios, entonces si buscar la “forma” de que generen sus recursos. Estas ideas me parecen tan ambiguas como para no querer nunca dotar de oportunidades a los demás. Oportunidades generadas por ellos mismos. El discurso implicitamente es: probablemente no tengan las capacidades, ni la educación para generar un plan de negocios, las ambiciones de vida, el conocimiento de la paquetería básica de software y probablemente no lo tendrán, entonces: mandemos despensas . Para acabar con estas tragedias humanas necesitamos un análisis crítico, no buenas intenciones.

Lo que he visto en el últimos mes es afortunadamente todo lo opuesto a esta mezquina perspectiva. Pero esto será en el siguiente post.

P.D. Aquixtla, es un lugar ampliamente religioso. Aunque siempre he compartido la idea de que las religiones son en general un opio para la humanidad, el último mes ha sido la antítesis a esa idea que me parecía irrefutable, pero me he extendido demasiado y ese será el motivo de otro post.

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