Hoy, 20 de Abril, a pesar de tener una sensación térmica de 11 grados centígrados parece que la primavera por fin llegó. Mientras escribo estas líneas, afuera el sol es radiante y la gente camina con una sonrisa en el rostro. Esta semana fue extrema, el lunes hacia calor y el miércoles amanecimos con nieve. Cambridge tiene un clima que para mis estándares es gélido 7 meses al año.
Llegué a Cambridge a finales de Agosto del año pasado. No recuerdo la temperatura pero era caliente. El frío para mí empezó a finales de Septiembre, para ese entonces ya hacía tanto frío como en Invierno en Cuernavaca. Uno se da cuenta que es invierno porque todo empieza a cambiar alrededor: los árboles mueren, el cielo es gris, los días se hacen cortos, la piel se tensa con el aire frío y la gente se envuelve en frazadas mortuorias.
Hoy, a casi un mes de la entrada de la primavera, algunos ya salen con shorts a la calle y los colores brillantes empiezan a regresar a las calles: la gente está mudando de guardarropas y algunos árboles enseñan botones de nacientes hojas. Hoy en la noche es el cumpleaños de un amigo, hará barbeque en el techo de su casa. Es la primera fiesta al aire libre a la que voy en 7 meses. No lo creía, pero el sol y el aire templado transmiten una energía que provoca chorros de felicidad al menor estímulo.